Casi cuarenta años de intensa actividad en el medio. Capacitado en el país y en el extranjero en países como Francia (Usine de pianos Rameau) o Estados Unidos (Baldwin Piano Company). Más de 20000 domicilios particulares visitados. Ha afinado pianos en la mayoría de los teatros, auditorios e instituciones culturales de Buenos Aires, en Conservatorios oficiales, escuelas de música y estudios de grabación, tales como el emblemático “Estudios Ion”, por donde ha transitado una innumerable cantidad de artistas argentinos y extranjeros. Ha tenido la oportunidad de trabajar para figuras que van desde el quehacer académico, como Martha Argerich, Bruno Gelber, Daniel Barenboim, Marcelo Balat, por citar algunos, a otras del quehacer de la música popular como Astor Piazzolla, Mariano Mores, Ariel Ramirez, Charly García, Fito Páez, Alejandro Lerner, Litto Nebbia, Hugo Fattoruso, Leo Masliah, Jorge Navarro, Baby López Fürst. En cuanto a artistas y agrupaciones extranjeras basta nombrar a Herbie Hancock, Chick Corea, Pat Metheny, Rick Wakeman, Elton John, Danilo Perez, Egberto Gismonti, Hermeto Pascoal, Diana Krall, Stevie Wonder, Tony Bennet, Nora Jones, Red Hot Chili Peppers, Guns n Roses, Radio Head, Keane, Jack Johnson. Atiende los instrumentos de la Usina del Arte desde el día de su apertura. Es el afinador de los Festivales de Jazz y Tango de la Ciudad de Buenos Aires.No sólo realiza afinaciones. También realiza reparaciones mecánicas y estructurales, como los delicados cambios de cabezales de martillos y la fabricación de cuerdas bordonas. Con este bagaje de experiencia, no obstante, realiza como siempre su tarea domiciliaria , que es la que brinda un crisol de situaciones diversas, por lo variado de los pianos y sus diferentes usos, pudiendo brindar un servicio basado en la honestidad, la capacidad y los años en la profesión.

martes, 19 de agosto de 2014

Los inexpugnables muros- El cumpleaños de Sandro ( Roberto Sánchez)



Por años, buscando lugar para estacionar mi auto, las veces que iba a trabajar al Conservatorio Julián Aguirre, terminaba estacionando frente a la casa de Sandro, que estaba a la vuelta. No sé, cuatro metros tal vez de altura, recubierto de piedras redondeadas blancas, se alzaba el alto muro que impedía ver que había en la propiedad. Apenas una pequeña puerta de madera "punta diamante" por el lado derecho y por el izquierdo un portón de garage haciendo juego. Altos y añosos cipreses asomaban por detrás.
Por dos o más ocasiones había ya trabajado para él afinando el ya histórico Yamaha CP-70, utilizado allá por los ochentas. pero un día, Sebastián Giunta, pianista de Roberto por años, me avisa que necesitaban afinar el piano de la casa de Banfield.
Esto que voy a relatar es lo que me resulta gracioso, pero que se entienda bien, por el lado de lo anecdótico y por la simpatía que Roberto desplegaba, y me consta en lo personal.
Siempre se habló y se habla del misterio tras los muros. Hoy mismo, en un noticiero hacían referencia a eso. Y es que obviamente Roberto resguardaba su intimidad.
Pero qué pasó el día que fuí a afinar el piano? Toqué el timbre  y por el portero eléctrico me dijeron " pase" y listo!!!!
 Así que cuando me quise acordar estaba adentro y me sorprendió ver lo que había inmediatamente detrás de la famosa pared, detalle que me voy a reservar.  y luego fuimos, con la persona que me recibió, a un ambiente que se encontraba arriba de la amplia cochera de la propiedad.
Allí  encontré un piano Yamaha de cola, del cual no recuerdo el modelo, ubicado en una barra al estilo pianobar. Roberto ya tenía problemas de salud y me dió pena observar en los rincones de los ambientes que transitamos, sendos pequeños tubos de oxígeno con manguera y mascarilla.
Me pongo a trabajar, y al rato aparece Roberto. Espero poder ser lo suficientemente gráfico, para poder transmitir mi vivencia en aquel momento. Yo soy muy amigo de Manolo Juárez, y por siempre se ha referido sin ahorrarse ningún tipo de elogio a la simpatía , amabilidad y generosidad de Roberto, relatándome sorprendentes anécdotas, relacionadas con gestos que confirmaban esta apreciación.
Digamos que iba prevenido. Además como dije, ya había trabajado para él.
Llega, me saluda muy respetuosamente y me pregunta si deseaba tomar algo, y comenzamos a charlar, haciendo referencia a varios conocidos o amigos en común, y podría asegurar que gente que lo apreciara, no le debía faltar.
Vestido él, de entrecasa, con un pullover en V y con anteojos de marco grueso, charlamos durante un buen rato.
Debo confesar, que había llevado conmigo una cámara , pensando en tomarme una instantánea con él.
Pero era exponer un aspecto de su vida que él reservaba  cuidadosamente, así que ni lo intenté.
No sé cómo habrá sido realmente en su vida, pero lo que si puedo afirmar, y lo dice alguien que para bien o para mal, ha conocido a mucha gente que trasciende, es que si la impresión que yo he tenido de Roberto ( Sandro) es reflejo de su calidad como persona, sus cualidades son dignas de resaltar.
Grande, Roberto!


2 comentarios:

  1. Hola no nos conocemos.soy musico de Mar delPlata,) contrabajista),y ademasa fui propietario de una vieja casa de musica en pleno centro ( santiago del Estero y Rivadavia. Hoy tengo 78 años, y me encanto leer lo que escribiste.Hemos vendido discos de Sandro desde lo primero que salio..Nunca me gusto, pues soy fana del jazz.Pero me conmovió que hablaras tan bien de el.Indudablemente ser famoso como fue, no debe ser facil,de ahi sus deseos de intimidad.Soy amigo de Manolo Juarez , y me encanta su sabiduria,y su manera de tocar el piano.aunque este HDP, no contesta mis mensajes,te mando un saludo y me alegro haber leido tu mensaje. abrazos.Ferio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por su mensaje. Le voy a decir a Manolo que se comunicó conmigo!

      Eliminar